Le serpent qui danse - Charles Baudelaire

La serpiente que
baila
Charles Baudelaire



¡Cómo me gusta ver, querida
indolente,

refulgir la piel

de tu cuerpo tan hermoso, igual

que una tela oscilante!



Sobre tu espesa cabellera

de perfumes acres,

mar fragante y vagabundo

de olas azules y sombrias,



como un navío que se despierta

con el viento matutino,

zarpa mi alma soñadora

rumbo a un cielo lejano.



Tus ojos, donde no aflora nada

de dulce ni de amargo,

son dos joyas frias donde se mezcla

el oro con el hierro.



Viéndote andar cadenciosa,

bella en tu desaliño,

pareces una serpiente que baila

en la punta de un bastôn.



Bajo el peso de tu pereza

tu cabeza infantil

se balancea con la blandura

de un joven elefante,



y tu cuerpo se cimbrea y se estira

como una fina nave

que se escora a un lado y a otro y hunde

sus vergas en el agua.



Como un raudal ensanchado al fundirse

glaciares rugientes,

cuando el agua de tu boca asciende

al filo de tus dientes,



me parece beber un vino de Bohemia,

amargo y triunfal,

¡un cielo liquido que salpica

de estrellas mi corazôn!






Commentaires

Mª José a dit…
Vraiment beau et le serpent c'était Jeanne , n'est-ce pas ?

Merci !

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